El Recolector de Historias

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domingo, 9 de agosto de 2009

"Turno de Noche"

"Por primera vez a Nathan le tocaba el turno de noche vigilando el matadero. Su turno empezaba a las diez de la noche y acababa a las seis. Tras despedirse de Jake, y intercambiar varios comentarios jocosos y risas, se quedo de nuevo solo. Era viernes y como cada viernes desde hacia unos meses, no se mataba a ningún animal en el lugar. Llegada la medianoche decidió hacer una ronda por el recinto para tomar las temperaturas de las cámaras frigoríficas, cogió la tablilla, la linterna, cerro la garita con llave y se interno en el edificio. Tras cruzar un pasillo encendió la linterna, cruzo la sala de despiece, y al doblar la esquina y caminar varios pasos, un escalofrío recorrió toda su espalda, un sudor frío le bajaba por la frente, se giro sobre sí mismo, en la pared enfrente de él sobre el lavamanos utilizado para la higiene del personal, colgaba el papel para secarse las manos, que curiosamente se había desenrollado y caía hasta tocar el suelo.- Dios mío, solo es el maldito papel, Nathan estas haciéndote viejo y estas volviéndote paranoico.- Dijo para sí, mientras intentaba recobrar la calma. Unos minutos mas tarde siguió con su cometido y fue anotando en la tablilla una a una la las temperaturas, llego a un pasillo oscuro y busco el interruptor de los fluorescentes sin mucho éxito, volvió a maldecir. Ilumino la estancia con la linterna, y camino con paso firme y decidido hasta la sala de maquinas. "Quizás estén aquí los interruptores" pensó. Abrió la puerta de la habitación entro y pulso varios botones, seguidamente asomo la cabeza por el marco de la puerta y vio que solo dos pasillos tenían luz. –Algo es algo.-Murmuro sarcástico. Dejo la sala de maquinas atrás, y se adentro en uno de los pasillos iluminados, mientras seguía con su ronda, diviso una sombra por el rabillo del ojo a su izquierda, su pulso se acelero, apunto con la linterna en esa dirección.- ¡Será posible, si es un estúpido gato!.- Exclamo Nathan irritado. El felino al verse acorralado, erizo el pelo soltó un bufido y se escabullo entre sus piernas, y unas cajas apiladas, como alma que lleva al diablo.- Vaya nochecita, primero el rollo de papel y ahora ese condenado gato.- Dijo Nathan en voz demasiado alta mientras se reía para quitarse el miedo de encima. Salió por la puerta que daba detrás de la sala de maquinas,caminaba dando la vuelta mientras ojeaba los rincones sin luz con la linterna.Estaba cerca de la depuradora de residuos, subió la escalera de hierro haciendo algo de ruido con sus botas, al llegar arriba la linterna empezó a fallar, le dio varios golpes, pero nada la linterna dio un ultimo suspiro de luz, y se quedo a oscuras sobre las escaleras. Otra vez esa extraña sensación invadió su cuerpo, y el vello de sus brazos se puso de punta. Escucho un crujido a varios metros en la oscuridad.- ¿Quién anda ahí?.- Pregunto Nathan asustado. Silencio, su respuesta fue tan solo silencio.- He dicho, ¿quién anda ahí?.- Volvió a preguntar mientras sus pulsaciones que iban en aumento, amenazaban con sacarle el corazón de su sitio. Otra vez silencio.Bajo las escaleras de dos en dos, presa del pánico, y se dirigió a la garita a toda carrera. Busco la llave en su bolsillo nervioso, se le escapo entre los dedos y cayo al suelo, le sudaban las manos por el miedo, se agacho a cogerla de nuevo, al fin pudo abrir la puerta, se armo con la tonfa, y cambio la batería de la linterna. Salió a toda prisa de nuevo, y fue hasta la depuradora de nuevo, subió las escaleras con cautela. Probo la linterna y funcionaba, "perfecto" pensó. A llegar arriba del todo ilumino la estancia, preparado para encontrarse con lo que fuera, pero nada, allí no había absolutamente nada."

KingWolf