"A la vuelta de un viaje de negocios, un hombre compró en la ciudad un espejo, objeto que hasta entonces nunca había visto, ni sabía lo que era. Pero precisamente esa ignorancia lo hizo sentir atracción hacia ese espejo, pues creyó reconocer en él la cara de su padre. Maravillado lo compró y, sin decir nada a su mujer, lo guardó en un cofre que tenían en el desván de la casa. De tanto en tanto, cuando se sentía triste y solitario, iba a "ver a su padre". Pero su esposa lo encontraba muy afectado cada vez que lo veía volver del desván, así que un día se dedicó a espiarlo y comprobó que había algo en el cofre y que se quedaba mucho tiempo mirando dentro de él. Cuando el marido se fue a trabajar, la mujer abrió el cofre y vio en él a una mujer cuyos rasgos le resultaban familiares pero no lograba saber de quién se trataba. De ahí surgió una gran pelea matrimonial, pues la esposa decía que dentro del cofre había una mujer, y el marido aseguraba que estaba su padre. En ese momento pasó por allá un monje muy venerado por la comunidad, y al verlos discutir quiso ayudarlos a poner paz en su hogar. Los esposos le explicaron el dilema y lo invitaron a subir al desván y mirar dentro del cofre. Así lo hizo el monje y, ante la sorpresa del matrimonio, les aseguró que en el fondo del cofre quien realmente reposaba era un monje zen".
Anónimo Chino
" Ven, cierra la puerta, siéntate junto al fuego de la chimenea, que la noche es fría, y seguro que estás cansado; acomódate y disfruta de una de tantas historias, que como cada noche vas a poder escuchar aquí..."
El Recolector de Historias
jueves, 6 de agosto de 2009
"Los Gemelos con una Sola Cabeza"
"Una vez había unos gemelos que sólo tenían una cabeza para los dos. Sus nombres eran Sainey y Sana. A pesar de tener una sola cabeza no estaban de acuerdo. Sana era fuerte pero obstinado. Sainey era débil pero agudo. Un día Sana le dijo a su hermano: -Quiero ir a la guerra. Sainey sabía que su hermano era tozudo y no quiso escucharlo. Por tanto, le dijo: -Deja que primero lo consultemos con nuestros padres y que nos den su opinión. Sana les contó su plan. Su madre dijo: -No deben ir. Su padre dijo: -No deben ir. Pero Sana estaba decidido a ir. Y Sainey fue forzado a ir. A pesar de sus esfuerzos no pudo salvar a su hermano: Sana murió en el campo de batalla. Y con dolor Sainey cantaba: Sana, tu madre te lo dijo Pero no quisiste escuchar Tu padre te lo dijo Pero no quisiste escuchar Ahora el muerto y el vivo deben ir en una sola tumba Oh gente del pueblo Esto es extraño. Cogió el cuerpo de su hermano desde el campo de batalla hasta el camino. Débil, Sainey tuvo que arrastrar el cuerpo. Y de este modo lo llevó hasta su casa. Los padres se acercaron a ellos. Cuando vieron lo que había ocurrido, su madre lloró, su padre lloró. La gente del pueblo fue a consolarlos. Y Sainey cantó su canción: Sana, tu madre te lo dijo Pero no quisiste escuchar Tu padre te lo dijo Pero no quisiste escuchar Ahora el muerto y el vivo deben ir en una sola tumba Oh gente del pueblo Esto es extraño. La gente del pueblo cargó con ellos hasta su campamento, donde fueron enterrados en una sola tumba".
Anónimo Africano
Anónimo Africano
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