"Según cuenta la leyenda, Hera, esposa de Zeus, envió hasta Tebas, en la antigua Grecia, a la Esfinge para castigar a esta polis a causa de la relación de amor entre Layo y el hijo de Pélope, Crisipo, primer amor homosexual conocido.
Era la Esfinge un monstruo con rostro femenino, cuerpo de león y alas de pájaro. Fiel a los deseos de la diosa Hera, se sentó cerca de sus puertas dispuesta a atormentar y a devorar a sus ciudadanos.
Pero antes de convertirlos en alimento, a tan aterradora criatura le gustaba plantearles enigmas casi imposibles de resolver a cambio de la salvación. Uno tras otro fueron cayendo, víctimas de su ignorancia, y terminaron siendo engullidos sin piedad.
Pero he aquí que un día apareció un hombre que decía llamarse Edipo, el cual se enfrentó valerosamente a la Esfinge y sus enigmas.
-”¿Qué ser que camina sobre la tierra lo hace primero a cuatro patas, después a dos y luego, cuando se vuelve débil utiliza tres patas?“- preguntó con desidia la Esfinge, segura de su fácil victoria.
- “El hombre, pues gatea de niño, camina sobre sus dos piernas de adulto y, cuando se hace viejo, utiliza bastón”- contestó imperturbable Edipo.
- “Existen dos hermanas. Una engendra a la otra. Ésta, a su vez, engendra a la primera“- esta vez la poderosa voz de la enviada de Hera adquirió un tono desafiante y provocador.
- “El día y la noche”- contestó Edipo mirándola fijamente a los ojos.
Cuentan que, entonces, la Esfinge se enfureció de tal manera, al saberse humillada y vencida, que se lanzó en picado al vacío desde lo más alto de gigantesca roca, acabando con su existencia.
Y fue tal el agradecimiento de la ciudad griega de Tebas hacia Edipo que lo proclamaron rey al casarse con la reina, Yocasta, de la cual ignoraba que era, en realidad, su madre.
Pero eso es otra historia…"
Leyenda de la Mitología Griega