En medio de la noche tempestuosa,
Donde en una calma meditación sostenida
Oyes con el ulular del viento azotando la lluvia
Mientras su alabanza decae,
Como si los cielos despejados brillasen,
Y es sobre aquel azul sereno donde la pálida Cintia
Hace rodar su carro de plata;
Miras fijamente sobre la bóveda adornada,
Mientras los murmullos indistintos de olas lejanas
Suavizan tu oído pensativo con sonidos roncos y ásperos;
Segura, bendita, escuchas el alboroto salvaje de las flotas,
¡Solitaria, distante del hombre conversas con las esferas!
Guíame, Reina sublime, a las penumbras solemnes
Tan cercanas a mi alegría; llévame a las sombras tristes
De los sitiales desgarrados, hacia los fragmentos del crepúsculo,
Donde la pensativa Melancolía adora reflexionar
Sobre sus sitios favoritos cubiertos de oscuridad".
Thomas Warton