Anónimo francés
" Ven, cierra la puerta, siéntate junto al fuego de la chimenea, que la noche es fría, y seguro que estás cansado; acomódate y disfruta de una de tantas historias, que como cada noche vas a poder escuchar aquí..."
El Recolector de Historias
viernes, 6 de noviembre de 2009
"El Puente de la Discordia"
"Mejor es prevenir cuanto antes: esta historia no le agradará a todos. Es comprensible y verán por qué: En el pueblo de Ardes-sur-Couze, en el Puy-de-Dôme, decidieron un día construir un puente sobre un río para ir sin esfuerzo a una venerable iglesia. El puente fue construido en piedra, de un solo arco y tan estrecho y arqueado que, al entrar en él por un extremo, no podía verse se alguien caminaba en sentido contrario. Así fue que, desde el primer día, dos gruesas cabras se encontraron frente a frente. Ninguna de las dos quería ceder el paso, por lo que llegaron a pelearse por pasar y a caer finalmente las dos en el agua. Al día siguiente, le llegó el turno a dos burras. El mismo rechazo a ceder el paso, la misma disputa y la misma caída en el río. En esas condiciones, decidieron prohibir el paso por el puente a los animales. Pero al tercer día, dos campesinas de los alrededores llegaron a encontrarse cara a cara. No lo hicieron mejor que las cabras o las burras y su querella terminó en el Couze... Por lo que inventaron un dicho: «Una cabra, una burra y una mujer, tal para cual». ¡Ya les decía yo que habría alguien que se enojaría al leer esta historia!"
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